La comunicación, hoy en día, es instantánea y no se puede
retrasar: esperamos que una traducción urgente sea, si no inmediata, al menos
rápida.
La razón se debe a que todo ahorita es más rápido que
antes, por ejemplo en 1919, el primer vuelo transatlántico duró 15 horas. Hoy
un vuelo transatlántico dura aproximadamente 8 horas. Lo mismo sucede con las
traducciones: la modernidad requiere que todo vaya cada vez más rápido.
Por otro lado las distancias se acortan: la comunicación
con el otro lado del mundo se ha vuelto normal, por lo cual sería realmente un problema si la comunicación
se ralentizara.
La comunicación hoy en día es instantánea. Con el
advenimiento de la tecnología de la información a finales del siglo XX, las
comunicaciones ya no pueden retrasarse. Poe lo cual se espera que una
traducción certificada del italiano al español sea por lo menos rápida.
Adicionalmente la gran mayoría de las traducciones
realizadas están relacionadas con actividades comerciales y la lógica del
mercado dice que no se debe perder el tiempo. Esta lógica comercial es
igualmente válida en el mercado de las empresas de traducción: ninguna agencia
de traducción y e muchos casos los traductores freelance no pueden rechazar
una traducción solamente porque es urgente. Es parte del trabajo del traductor.